Recuerdos Sueltos – Día del amigo
de María Cristina Berçaitz – Julio 2020
Risas, mesas apiladas, sillas por doquier, ocultas bajo la carpas de sábanas blancas éramos indios y vaqueros infantiles.
Poli – ladron, las monjas vigilantes y las carreras en el patio del colegio hasta que sonaba el timbre para regresar al aula.
El primer cigarrillo a escondidas. Asados en la quinta con muchachos…, y un beso robado en la tranquera.
Charlas sobre novios, susurros, suspiros y sonrisas.
Un botón…, forma, color. Difícil decisión sin la ayuda de una mirada amiga.
Un café en la confitería cercana soñando ser adultas.
Críos, pañales y papillas. Charlas de mamás.
Amigos de mi esposo… padres de los amigos de mis hijos. Una red de amigos que crecía y crecía sin parar.
Tanto dolor…
No faltó alguien que tomara mi mano para consolarme, tampoco quien me escuchara horas y horas hasta el alba.
Tertulias de letras, Congresos, Convenciones. Más amigos.
Mis brazos no alcanzan para abrazarlos a un tiempo, pero el alma sí.
Amigo es aquel que llega para quedarse, ríe con nosotros y nos alivia el llanto.
A los amigos… gracias por estar.