El país de los pechanes

5 comentarios en «El país de los pechanes»

  • el 10 octubre, 2012 a las 18:41
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    Se nos acaba el año… Tu EL PAÍS DE LOS PECHANES es una obra que hemos releído y comentado ya con algunos. El año próximo seguiremos, y voy a darle más difusión. No he logrado encontrarme con las personas a quien debo darles tud dos libros, los que me dedicaste para el ILLPAT de la Universidad y para la Biblioteca Agustín álvarez, dedicados—, pues cuando fui, no los encontré y luego con todo lo ocurrido y que sigue de alguna manera…, pues ayer llegaron a casa Gabriela y Franco…, estamos con todo lo que implica el apoyarlos y el cambio…, el nacimiento de Ulises en España y mi viaje ya el otro sábado para allá, la venida de nuestra hija y familia mañana, los fines de año, los nietos, etc… Te aseguro, estoy entera, pero… bastante, demasiado a mil…, pues no me queda otra… Hago mis descansitos como puedo. Pero ya estarán en sus destinatarios.

    Tu obra, «El País de los Pechanes»releída, en esta tan bella segunda edición, me ha dejado el sabor del placer por su creatividad, por su calidad estética en todos los recursos narrativos y del lenguaje , por cuanto le acontece a IIeana en la Ciudadela, cuanto aprende de la vida en este mundo. Aunque los personajes sean simbólicos , la connotación nos lleva al ser humano, a nuestra sociedad, a nuestro convivir egoístamente o egoicamente. Al poder y al abuso del mismo. A los PECHANES… que están bien cerca… en nuestro país, y fuera de él. Lo que hace Hilario, descabezando con su espada a la Estatua de Piedra, a la Dama de Piedra…, y el despertar de la Justicia, de la conciencia de no quedarse cómodamente vendado /a, de mirar directo y como debe ser a lo que cada uno requiere : libertad, respeto, justicia, amor… . Dejar ser. Abolir el poder por el poder, vestido con el traje que sea… Todo esto , hace de «El país de los Pechanes» un obra para adolescentes y adultos. Hasta para algunos niños también.
    Realmente, te reitero mis felicitaciones por esta reedición y confío en un 2010, donde estés por aquí presentándola…!

    Escribe Betty Medina Cabral: Desde Río Cuarto a 20 días de diciembre de 2009, mes de los jazmines

    Distinguida amiga María Cristina Berçaitz
    “rubias sandalias” han caminado “El país de los Pechanes”-granestrellagran-hilando-alumbrando-infinitos meandros-conducentes a cosmogónica siembra-de distintas voces íntimas universales.
    Realmente María Cristina, es una verdadera joya literaria para mi espíritu- que se nutre de esa Totalidad existente-siempre existente.
    Con fraternal abrazo-me despido de ti- “trabajadora de la palabra”- anhelo que siga floreciendo-esa- Ceremonia Íntima-testimonial sorteando distintos y espejados abismos.
    Mis dos Manos. Betty Medina Cabral
    P/D. Bellísimos los dibujos.

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  • el 29 junio, 2018 a las 0:51
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    EL LABERINTO MÁGICO

    El país de los Pechanes es una obra fascinante, una galera mágica, y es un verdadero placer a los sentidos. De la mano de la autora volar con la imaginación y descender en un mundo que nos sorprende, donde María Cristina Berçaitz, traspasa el umbral del arte y se columpia con los personajes creados con la energía del ingenio. Como lo que le sucede a Ileana en la Ciudadela, aprende a convivir en espacios riesgosos, a compartir, y resiste al poder y al abuso desplegado con los Pechanes, que aprovechan su dominio para apropiarse de la vulnerabilidad del prójimo.
    Y la arriesgada misión de Hilario es desmembrar con su espada a la Dama de Piedra, quitar las vendas a la justicia, para que no se desvíe y mire directo a los ojos, dejar atrás la impunidad. Es un mensaje maravilloso.
    En El país de los Pechanes un texto poblado de bellos sonidos, de exquisita calidad, la autora toca el límite de lo real y traspasa con donaire el laberinto, que entonces se hace grande, reverbera el amor en los jardines, y encanta entrar a saborear las páginas que laten en El país de los Pechanes.

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  • el 29 junio, 2018 a las 0:55
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    Dos personajes principescos se hilvanan en esta novela: Hilario e Ileana. El nombre del varón “Hilario” sugiere una trama “hilada” e “hilvanada” por el amor. ¿Será casualidad que el nombre de la princesa sea “lleana”?
    Los muchos otros personajes varían su posición en la trama y adquieren por momentos distintas jerarquías en una subliminal escala de valores.
    Como lectora creí ser uno más, como si debiera moverme para permitir tanto deslizarse y actuar en La Ciudadela. Sentí un movimiento deslumbrante.
    Las imágenes cobraban vida: “agarrar el haz de luz con las manos”, “agua en el cuenco de oro” (23), “luz de la mañana más duradera”, lámpara que funciona como “luz de la ilusión” (23). “Se oculta entre los rayos del Sol”.
    La Ciudadela, “reciento fortificado en el interior de una ciudad”, es el núcleo de una célula dominada y explotada. Neblinosa y triste. A la vez contiene en su estructura, como en otra dimensión, un permanente doble mensaje de luz, lo que la convierte en un espacio de aprendizaje. Hay algunas referencias materiales que certifican el encierro: portal de madera, llave de acero, tres cerrojos en la puerta del lugar “donde duermen las tareas” (49). Y otros entes ilusorios: murallas de cristal, encandilamientos, laberintos incluidos en otra dimensión.
    Los Pechanes, villanos gobernantes y sus cómplices: rinocerontes, hurones etc., instauran su despotismo y soberbia disfrazados de “protección y orden”. Es inevitable la asociación con realidades sociales históricas actuales y lejanas. La descripción del Pechán mayor, grafica las inquietudes de los sometedores, “detenta el poder y lo ejerce mal” (40). “Si te dan… es porque pueden… o porque temen”. (Manipulador).
    Se perciben en el texto los simbolismos: el laberinto de cristal podría ser simétrico al laberinto de la vida (19). La espera de la golondrina tensiona la trama hasta su regreso. Cuando Ileana se queda sola: “nadie que la proteja”, “nadie a quien proteger” (84-85) se refleja la necesidad del “otro”. Como una sólida muralla de sentimientos y valores se vinculan las emociones de los personajes: amparo, congoja, angustia, furia, esperanza (29), injusticia, ternura, odio, calma, bondad, generosidad, desesperación, desprecio, soberbia, maldad, soledad, ironía, placer, remordimiento, responsabilidad, arrepentimiento, tristeza. Increíble integración de los sentires diversos. Aparece en el decir de la zorra: “sobrevivo sin pesares”, la filosofía de la resignación. Ídem en lo asumido por el armadillo: “yo tengo que hacer lo que se espera de mí”, “yo tengo que estar”. Como profunda reflexión queda: “la estética está en el amor, no en el objeto amado”. “Amor en cascada”. Como deslizarse del río de montaña.
    La ambivalencia se hace carne en los dos gnomos, en la seducción de las gacelas, en la astucia de la zorra, en el hada-bruja.
    Pero están incluidos en ese ambiente tenebroso, como maestros de aprendizaje algunos seres confiables: luciérnagas, Cristian, Arlequín, gallo justiciero, gata de angora, golondrina, gorrión y la triste sombra de la Ciudadela. Así Ileana, con dolor va descubriendo actitudes positivas: control de las emociones (105); el “lugar donde duermen las tareas” (46) para su maduración y mejor planificación, si no se las abandona u olvida; aceptación, subsistencia; aprender a hilar, coser, amasar, ayudar, convidar, conversar (119).
    El personaje del Arlequín sintetiza la esperanza, la alegría, la confianza y es como un arroyo de agua fresca en una gruta.
    También Ileana está obligada a lidiar con las actitudes negativas: crueldad (48), hipocresía de los poderosos, desprecios, sometimiento, tergiversaciones (31) de algún personaje: “amo la nada” (135). Y así mejora su relación con aquellos que está obligada a convivir. Compara su vida ociosa anterior (124) con lo aprendido.
    También se imponen algunas paradojas: la visión solidaria y amorosa del gorrión (vulnerable) que le trae a su príncipe Hilario, y la ceguera autoimpuesta de una justica invulnerable que sólo es una dama de piedra.
    El argumento se trama con dobles mensajes casi proverbiales: “la estética está en el amor”; “muchos no son lo que parecen”; “no creas todo lo que oyes”; “pertenecemos exactamente al lugar en el que nos encontramos”; “debes amar la esencia, no el aspecto”; “si amas se te dará amor por amor”; “hay que saber tomar lo bueno de lo malo”; “mientras la ilusión dure habrá belleza”.

    En síntesis María Cristina Berçaitz, nos dice sin decirlo, que el camino del dolor está bordeado con las flores de nuestros múltiples aprendizajes cotidianos.

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  • el 29 junio, 2018 a las 0:57
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    El país de los Pechanes
    Es un cuento maravilloso y fascinante; su lectura atrapa por el prodigio de una trama que pide seguir leyendo.
    Lo poético en juego con la imaginación llegan al alma.
    Entre los fogonazos de los relámpagos sin desdeñar los fantasmas de las alcantarillas, la protagonista –Ileana– penetra en un mundo asombroso de sombras aladas y gnomos de colores. Metáforas deslumbrantes, lugares fantásticos –“el lugar donde duermen las tareas”–. Comparaciones bien logradas (“arrastrando sus cuerpos como nubes de tormenta”) hacen de la lectura un placentero descubrir y maravillarse con el imaginario mundo al que se penetra.
    Por momentos pareciera oírse la voz de El Principito, para esta Alicia que anda por el País delas Maravillas pues la filosofía subyace entre sus letras: “La estética está en el amor, no en el objeto amado. Debes amar la esencia, no el aspecto – dijo la zorra”.
    “Mientras la ilusión dure, habrá belleza, luego se impondrá la verdad…”
    “Debes aprender a vivir. Esta es tu realidad. Es más (…) ya ni siquiera eres hermosa”. “(…) el arlequín es un ejemplo (…) obtiene su propia felicidad de la sonrisa de los demás”.

    Pero detrás de toda la aparente maravilla hay una realidad tan verdadera como la creada por la imaginación, basada en la más absoluta realidad.

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  • el 29 junio, 2018 a las 0:59
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    Terminé de leer El país de los Pechanes. Estoy llorando. El entorno donde me encuentro hace que mi sensibilidad se exaspere. En medio de las mesetas patagónicas, en una soledad absoluta. ¿Mi laberinto tal vez? Y las maravillosas palabras de la escritora se me dibujan despacito, y con cada capítulo aparece parte de mi vida. Y son sus frases mágicas palabras que me llevan a mirar la vida, mi vida, mi laberinto, mi venda en los ojos, mi mirada indiferente, ¡y cada renglón se presenta a mis ojos como vivencias únicas! ¡Qué hermoso don poder transmitir a otro todo lo que de verdad uno siente, y que ese otro pueda entenderlo! Una luz de mil luciérnagas sale despacito de su libro e iluminan mi noche.
    Alguna vez mi vida encontró un “pechán”, temblé ante su presencia, tuve miedo, y callé para no despertar su ira. Porque tenía que callar, tenía que seguir luchando, buscar, como la protagonista, el momento para salir, sabiendo que el amor todo lo puede, que al final de mi laberinto algún gorrioncito pequeño sería el portador de mi pedido de auxilio. Y recorrer el laberinto de la vida, la oscuridad, la mentira, la astucia, la infamia, la indiferencia, la ignorancia, con la fe única que da el amor, la comprensión, la piedad, la templanza, la sabiduría, la verdad, la sensibilidad para ayudar al semejante, buscando siempre esa luz extraordinaria que transmiten los seres especiales.
    Y en el libro que termino de leer encuentro la fe para seguir adelante, para que el gorrión que me lleve a encontrarme con mi amado tenga la fuerza para acompañarme.
    Señora, mi palabras son muy simples, mi léxico pobre para poder expresar con certeza lo que su mágico libro me hizo sentir. Tal vez sea usted, a través de su libro, en mi vida, el gorrión que estuve esperando, y para él y para usted, gracias por lo maravilloso de su especial manera de llevarme por el mágico mundo de la realidad-irreal.

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