Boleto de ida y vuelta (obra inédita)

 

Escenario: Interior de una casa. A foro se ven: la cocina a la derecha, la puerta del baño entreabierta a la izquierda, ambos ambientes separados por el bar. A la izquierda del baño la puerta vidriada del dormitorio. A derecha una escalera que va a piso superior y terraza.

A izquierda de la escena una sala con escalera a biblioteca.

Iluminación: tres lámparas de mesa de estar, luz tenue en el dormitorio y en la cocina, luz en la planta alta, tras reja y velada por plantas. Un reflector junto a derecha de espectador, con tres posiciones irá iluminando a las tres Angélicas.

Sonido: la música acompañará la escena en todo momento con mayor o menor intensidad, desde el instante mismo en que empiecen a llegar los espectadores.

 

Personajes, por orden de aparición:

Fantasma: (30 años) Alternativamente: Carlos, Federico, varios. Pantalón y zapatos negros, corbata moño, chaleco estampado.

Angélica actual, cabello blanco (84 años), en ropa de dormir.

Angélica joven (18 y 28 años) ropa informal, sport elegante año 1947. Con detalle de ropa pasa de año 1947 a 1957.

Angélica madura (40 y 50 años) ropa de vestir. Con detalle de ropa pasa de año 1969 a 1979.

 

Inicia la escena: el fantasma recibe a la gente, la acompaña a su butaca y le sirve una copa de champagne. Siempre tienen que estar las copas llenas. Los espectadores no podrán ser más que los que quepan sentados frente a los actores. Deben estar todos presentes al tiempo de iniciarse la historia. Llegado el momento el fantasma bate palmas y dice:

 

Fantasma: Con ustedes… los actores.

 

ACTO I

 

Angélica actual: (Al fantasma) ¡Ah, me asustaste! ¿Qué hacés acá?

Fantasma: (Inclinándose con la botella de champagne en la mano.) ¿Te puedo ayudar?

Angélica actual: (Trata de sacárselo de encima) Salí… Quiero agua… (Mirando) Bueno, veo que hay algo más. ¿Puede ser whisky?

Fantasma: (Siempre con la botella en la mano) ¿Para qué? ¿Por qué?

Angélica actual: (Despectiva) Porque sí. ¿Acaso necesito motivos para beber en mi casa? Además, eso me ayudará para recordar, volver atrás en mi vida.

Fantasma: ¿Para qué?

Angélica actual: ¡Es mi vida! Estoy olvidando mi vida, sin recuerdos estoy muerta. ¿O no lo entendés? (Asertiva) Mi vida está formada por recuerdos. ¿Qué es una mente sin recuerdos? Un vacío total. Una vida que no se llevó a cabo.

Fantasma: ¿Champagne, whisky? Para ayudarte a recordar…

Angélica actual: Humm, whisky (Toma un vaso de manos de fantasma que a su vez lo toma del bar) Humm, rico, me gusta.

Fantasma: No es malo.

Angélica actual: Hmm, (Saboreándolo) Diría que es bueno.

Fantasma: Muy bien. (Observándola) ¿Te provoca algo? ¿Algún recuerdo?

Angélica actual: Salí… !!!

 

Escena II

Reflector ilumina a Angélica joven

Angélica joven: (Desde el piso superior) ¡Carlos! Amor, ¿dónde estás? Ven, ven acá conmigo, no me dejes.

Fantasma: Estoy a tu lado. Termino de escribir esta carta y estoy contigo.

Angélica joven: (Ardiente) No, no, acá, más cerca, ven a mis brazos. (Mimosa) Siempre tenés algo más importante que hacer que ocuparte de mí. Estoy acá, y te espero. Quiero sentirte entre mis brazos.

Fantasma: (Sin dejar de servir champagne) ¿Entre tus brazos? (Mirándola) Bueno, decidís vos. (Ríe) Mi querida, un poco de paciencia. (Se detiene, la mira. Sigue.) Suyo atentamente, y firmo. Ya está. ¿Ves? Nada era tan terrible. Mañana la pongo en el buzón.

Angélica joven: (Fastidiada) ¿Es más importante una carta que yo? (Preocupada) ¿Insistís en escribir a Italia? ¿Acaso te vas a ir? Si yo estoy acá y te espero… y me tenés.

Fantasma: (Recorriendo la escena). Eso veremos. Después de la guerra, Europa necesita jóvenes profesionales. Está todo por hacer. Hay que reconstruirla. No me puedo quedar de manos cruzadas. Siento que es la oportunidad de hacer algo, y de poder desarrollarme en un lugar donde tengo raíces. Acá nada me ata.

Angélica joven: (Preocupada) ¿Y yo? ¿Yo no te ato? (Mimosa) Estoy lista para recibirte y estrecharte contra mi pecho.

Fantasma: ¿Por qué? Podés ir conmigo. Todo será nuestro. Somos jóvenes, tenemos conexiones…

Angélica joven: (Fastidiada) Pero yo tengo familia.

Fantasma: Yo podría ser tu familia … allá… en Italia. (Dulcificando la voz) Angélica, mi bella, maravillosa Angélica.

Angélica joven: No me gusta mi nombre. Decime Angie.

Fantasma: ¡Cómo voy a sacrificar un nombre tan hermoso! Es más lindo que … Ángela, tu rostro es Angélico, es una visión Angélica. Tu rostro es… (buscando las palabras)… sublime.

Angélica joven: (Caprichosa) Sí, pero te vas igual. Si soy tan … sublime, quedate. Mis brazos te esperan, hoy, ahora, siempre.

Fantasma: (Titubeando) No me tientes … (Reacciona) No puedo, me quedo un rato… luego me voy.

Angélica joven: (Pensando) Mirá, me pongo flores en el pelo. (Se coloca unas flores). Mi pelo ahora tiene aroma a jazmines. (Ríe) (Su voz se transforma) Tengo flores en el pelo… y…

Fantasma: Estás bella y perfumada…

Angélica joven: … y miel en mis pechos. Vení, no quiero que te vayas. (Sensual) ¡Vení!

Fantasma: (Sobresaltado la mira) ¿Estás loca?

Angélica joven: (Con firmeza) No te dejaré ir, estoy acá y … seré tuya. Vibro pensando en tus manos acariciándome… Acá estoy.

Fantasma: (Titubeando) ¿Te volviste loca? ¿Loca, loca? Además… ¿y tu madre?

Angélica joven: No vendrá hasta dentro de una hora. El tiempo es nuestro, y también nuestra vida … y nuestros cuerpos. Vení (Extiende los brazos. Mimosa) Vení, vení…

Fantasma: (Se mueve nervioso) Dios mío, no puedo hacerlo. Ella es una chica buena… de familia. (Va de un lado a otro). Si subo no tendré perdón… (Mira a Angélica), si no subo no me lo perdonaré. (Decidido) Voy, subo ya. Espérame, estoy contigo.

 

Reflector se apaga y enfoca a Angélica actual

Escena III

Angélica actual: (Ríe) ¡Mirá qué rápida era!

Fantasma: (Suspira) Mucho. Y hermosa… y joven… y ardiente…

Angélica actual: (Ríe) Todavía lo soy … lo puedo ser.

Fantasma: No lo dudo, pero todo cambió. Viviste muchas cosas desde esa … (Suspira) inolvidable tarde.

Angélica actual: (Suspira) Nunca se olvida el primer amor, ni el primer hombre. Y vos fuiste eso para mí.

Fantasma: Y vos para mí.

Angélica actual: ¡Ja! No me hagas reír.

Fantasma: Lo demás no cuenta. Alguna prostituta, alguna alternadora… pero el primer amor, la primera mujer… vos, solo vos … y vos.

Angélica actual: Sí, pero te fuiste.

Fantasma: Y no me arrepiento. Hice fortuna. Lo hubiéramos pasado muy bien, No me quisiste acompañar.

Angélica actual: No me animé. No podía dejar a mi familia, a mi padre, a mi madre. A mi abuela. (Triste) Si me hubiese ido ella habría muerto en soledad. Yo le cerré los ojos. (Mira el espacio y hace el ademán de cerrar los ojos a una persona)

Fantasma: Sí, recuerdo que la querías mucho. Quizás no hubieras podido estar en esos momentos. (Animado) Pero hubiera habido otros.

 

Reflector se apaga y enfoca a Angélica joven

Escena IV

Angélica joven: (Grita, estalla en llanto, se tira de los cabellos) (Agita una carta en las manos) ¡No, Carlos! ¡No, Carlos! ¿Por qué, por qué? ¿Es que no me querés más? ¿Es necesario que te cases? ¿Ahora, justo ahora? ¿Por qué no viniste a buscarme? Siempre decías vení, vení, vení. Pero yo no pude ir, no puedo, no me dejan. ¿Cómo hacerlo? ¿De dónde voy a sacar dinero para el pasaje? ¿Acaso tengo que trabajar? ¿En qué? Si no sé hacer nada. Lo único que puedo hacer es dar clases de francés. Y con eso no compro un pasaje en barco, y luego allá. ¿Qué haría? ¿Cómo encontrarte? ¡Tendrías que haber venido a buscarme!

Fantasma: (Apesadumbrado) Tantas veces te pedí que fueras. Creí que me habías olvidado, tus cartas se espaciaban y yo desesperaba. ¿Qué iba a hacer?

Angélica joven: (Grita) ¡Venir, venir a buscarme…!

Fantasma: La vida es así, tiene cosas feas y otras que no lo son tanto. (Suspira). La vida es un océano de tristezas con islas de alegría… Bueno, tampoco allá la vida fue fácil. Había que trabajar mucho, correr riesgos. Incluso se descubrieron muchas minas ocultas que mataron trabajadores y civiles, más de una vez me salvé raspando.

Angélica joven: ¿Y acá? ¿Acaso fue fácil? El día que sucedió el bombardeo y ametrallamiento de la Plaza de Mayo, yo estaba ahí. Visitaba a una tía, hermana de mi padre. Fue horrible. Mi tía cayó muerta ante mis ojos y yo me arrastré por el suelo para escapar. ¿Adónde? (Pausa) Fue horrible. No sabía adónde ir. Hasta que llegué a casa envejecí 20 años. Fue horrible…

Fantasma: Como ves, los dos pasamos muchas cosas.

Angélica joven: Sí, pero casarte, después de la forma en cómo nos amamos. ¿Qué hacer? ¿Qué hacer sin vos? ¿Cómo vivir sin vos, Carlos?

Fantasma: Pintá, pintá, lo hacés con mucho arte… vos no te das cuenta, pero sos buena.

Angélica joven: La separación fue terrible, vos en Italia trabajando, pero también disfrutando con esa mujer, y yo acá… sufriendo.

Fantasma: Pero estaba muy solo … hasta que apareció Gina. (Recordando) Además era tan bonita y tan buena… Me hacía acordar a vos.

Angélica joven: ¡Cretino! ¡Podés morirte! (Enojada) Me alegro de no haberte esperado. Por suerte no perdí tiempo y salí con cuanto varón que me gustaba me lo pidió.

Fantasma: (Sorprendido) ¿No me fuiste fiel?

Angélica joven: ¿Acaso lo merecías? Pero yo te amaba, te amo. Tantas veces te dije: “Vení que estoy acá, te espero. Todavía sos mi único amor”.

Fantasma: ¿Y todos aquellos que mencionás?

Angélica joven: Pasatiempos, nada más que eso… pasatiempos… pero el amor… sólo vos fuiste el amor.

Fantasma: Pasatiempos… Y el tiempo pasa… inexorablemente. (Pausa).

 

Reflector se apaga y enfoca a Angélica madura

Escena V

Se oyen voces en la biblioteca, tacones que corren y Angélica madura baja corriendo por la escalera.

 

Angélica madura: (Hablando hacia atrás) Salí. ¡Quedate quieto, salííí! Federico nos va a descubrir.

Fantasma: Él está ocupado recibiendo a la gente: embajadores, diputados, actores. Todos están acá para rendirle culto. Y él … saca provecho.

Angélica madura: Sí, pero igual. No quiero quedar descolocada.

Fantasma: (Irónico) ¡No! Frente a un marido tan perfecto Angélica no puede quedar descolocada.

Angélica madura: ¡Y claro que es perfecto!

Fantasma: Y muy rico y poderoso. Tiene tierras, oro, propiedades. No te podés quejar. Lo elegiste bien, y con nombre de rey: (Ampuloso) ¡Federico… de Dinamarca! (Ríe) Y vos sos… Noruega. (Ríe) Y yo Suecia… (Ríe)

Angélica madura: (Despectiva) ¡Idiota!

Fantasma: (Meloso) Pero bien que te gusta este idiota…

Angélica madura: (Irónica) Si una mujer amara a un hombre por lo virtuoso… nadie te amaría.

Fantasma: Bastante encontraste en mí, en mi falta de virtud, para elegirme…

Angélica madura: Sí, pero eso no quiere decir que también deba perder parte de mi reino, como Federico de Dinamarca. Pienso que más bien soy como… una reina plebeya, de esas que nada tienen y logran todo. (Ríe)

Fantasma: (Seductor) A mí me lograste… a mí me tenés bien amarradito…

Angélica madura: Por eso mismo, debemos ser cuidadosos.

 

Reflector se apaga y enfoca a Angélica actual

Escena VI

Fantasma: (A Angélica actual) Y lo fuimos.

Angélica actual: ¿Vos creés que lo fuimos? Fuimos descuidados. Recuerdo cuando Federico casi nos encuentra en el jardín de la iglesia.

Fantasma: Pero no nos encontró.

Angélica actual: (Asustada) ¡Pero nos encontraron esos chicos! (Ríen ambos) ¡Qué escándalo hubiera sido si los chicos hubieran hablado! Los chicos se asustaron tanto que desaparecieron. Nunca supimos adónde fueron. (Vuelven a reír). Y luego, supongo que por los ruidos, apareció el cura, el cura que buscaba y buscaba… y no nos encontró ¡Por suerte! Y bueno, el cura también se fue. Estábamos escondidos detrás de esos arbustos y no nos vio. (Ríen ambos)

Fantasma: Creo que los chicos y el cura entraron nuevamente en el salón para ver tu muestra de pintura.

Angélica actual: Es cierto, ya me había olvidado de la muestra. Fue la primera. Y pensar que de ahí en más… ese hombre que me invitó a exponer y se encargó de hacer circular mis pinturas… gracias a él…

Fantasma: Parece mentira que hayas tenido tanto éxito.

Angélica actual: (Molesta) ¡Qué poco gentil! Los críticos me adoran, piensan que soy creativa, que logré un nuevo lenguaje dentro del neoexpresionismo. Y soy feliz pintando. Cuanto más lo hago… más pinto, es como una fuente inagotable. Ahora estoy incursionando en otras formas, no quiero quedar anquilosada en una sola escuela.

Fantasma: ¿Quién lo hubiera dicho? Cuando joven nadie lo pensaba. Te gustaba pintar, sí, como tocar el piano, o leer francés.

Angélica actual: (Recordando) Estaba destinada, como todas las mujeres de mi generación, a ser esposa y madre, y nada de eso fui. Era imperioso tener hijos…

Fantasma: (Indiferente) Que no tuviste.

Angélica actual: ¡Cuántas cosas hice! ¡A cuántos hombres amé!

Fantasma: Nunca se ama demasiado.

Angélica actual: Tenés razón ¡Pero cómo nos divertimos! ¡Cómo me divertí!

Fantasma: ¿Nunca encontraste a alguien que realmente te enamorara, que fuera tu gran amor?

Angélica actual: Sí, Carlos fue mi gran amor, él muchacho que se casó y que me dejó. (Pausa) Sí, ese fue mi gran amor. Pero todo quedó atrás. Recuerdo cuándo se fue, a Europa… Aquél día no me atreví a decírselo, no me atreví…

Fantasma: ¿Por qué no? Podría haberse quedado.

Angélica madura: No, yo quería que se quedara por mí, no por… Y sin él… no podía enfrentar a mis padres. Luego él se fue, y yo decidí… vos sabés, esas decisiones…

Fantasma: (Comprensivo) Me parece que siempre lo lamentaste.

Angélica actual: (Triste) Siempre se lamentan esas cosas. Por supuesto. Nunca se dejan de lamentar tales decisiones. Son muy dolorosas. Pero no tuve el coraje de enfrentar al mundo. ¿Qué habría sido de mí sola… y con un hijo a cuestas?

Fantasma: Impensable en esa época.

Angélica actual: Impensable.

 

Reflector se apaga y enfoca a Angélica joven

Escena VI

Angélica joven: ¿Por qué me dejaste?

Fantasma: (Disgustado) ¿Qué decís? ¿Ahora me entero?

Angélica joven: No te lo dije, no quería que te quedaras sino era por mí, un hijo podría haberte atado, pero… ¿y yo?

Fantasma: No puedo creerte. Dejaste a tu hijo, a nuestro hijo, porque no querías arriesgarte a ir conmigo a la Europa de posguerra.

Angélica joven: (Se aprieta el vientre) ¡Me dejaste! ¡No te importaba! (Llora apretándose el vientre) ¿Por qué te ibas a quedar por un hijo? No, yo tenía que ser lo más importante de tu vida, como vos eras lo más importante de la mía.

Fantasma: (En tono de reproche) Tendrías que haber viajado conmigo.

Angélica joven: (Muy triste) Hoy lo habría hecho. No tuve fuerzas en ese momento. Tuve miedo. No tenía el coraje que tuve más adelante.

 

Reflector se apaga y enfoca a Angélica madura

Escena VI

Fantasma: ¿Y nunca más… nunca más quedaste embarazada?

Angélica madura: No, nunca más. No sé por qué. Algún error se cometió, o el médico no supo…

Fantasma: (En tono de reproche) El error lo cometiste vos.

Angélica madura: Era muy joven, no me atrevía a hacer cosas fuera de… lo esperado.

Fantasma: Sí, pero los errores fueron varios, en forma ascendente y escalonada. No dejaste ninguno por cometer.

Angélica madura: ¿Acaso vos fuiste perfecto?

Fantasma: (Altivo) No, pero soy hombre.

Angélica madura: (Despectiva) Buena respuesta. Machista, como todos.

 

Reflector se apaga y enfoca a Angélica actual

Escena VII

Angélica actual: Federico, vos hubieras sido mi salvación. Lo tenías todo. Pero después…

Fantasma: Sí, después me harté de ser idiota…

Angélica actual: Pero la culpa fue tuya… te fuiste alejando de mí… y me desilusionaste.

Fantasma: Siempre la culpa la tiene el otro. En este caso yo, Federico.

Angélica actual: ¿Por qué huiste, por qué te escabulliste entre las sombras? Hasta pensé que te habían matado… Finalmente apareciste y todo fue aún peor.

Fantasma: ¿Qué te creías? ¿Que no me daba cuenta? ¿Te creés que era idiota?

Angélica actual: No, no eras idiota… Pero podrías haber sido más generoso conmigo cuando eras mi marido. Y luego el divorcio me dejó en la calle. Decí que tuve la pintura… Como decía Carlos.

 

Reflector se apaga y enfoca a Angélica actual

Escena VIII

Angélica joven: ¡Qué voy a hacer! ¿Qué voy a hacer cuando te vayas, Carlos?

Fantasma: Pintá, pintá, lo hacés con mucho arte… vos no te das cuenta, pero sos buena.

 

Reflector se apaga y enfoca a Angélica actual

Escena IX

Angélica actual: Y esa fue mi salvación. (Exultante) ¡La vida es tan maravillosa! Cuando creés que estás tocando fondo es cuando salís adelante. La trama de la vida es inescrutable, a veces la podés confundir con un paisaje bellísimo, tener toda la felicidad, luego te puede abrumar, aplastarte. A veces te puede destruir el desprecio total, podés sentir la indiferencia más absoluta… y luego… de pronto … salvarte el amor más abnegado, ese que nunca pensaste llegar a vivir. Aunque sea el amor a un perro, a un huérfano, o… a un hombre… si preferís.

Fantasma: Como dijo el poeta: ¡Brindemos por la vida! (Levanta la copa) (Pausa) Es hermosa. Por otra parte, es lo único que tenemos mientras estemos en este paseo por el mundo.

 

Reflector se apaga y enfoca a Angélica madura

Escena X

Angélica madura: Pero la vida te da sorpresas. Honores, viajes, éxito, dinero, nada se me negó. Tampoco el amor. Cuando él llegó a mi vida creí que el amor entraba una vez más, y lo amé como amé a mi primer amor. Y deseé tener hijos para prolongarnos, como expresión genuina de ese amor tan grande. (Triste) Pensar que los hijos que no tuve hoy podrían ser los anfitriones.

Fantasma: Lástima.

Angélica madura: Sí, lástima. Fue un gran amor. Creo que fue mi gran amor. (Asertiva) Ya ves, en mi vida: cuando quise no pude y cuando pude no quise.

Fantasma: Sucede en la vida de muchos.

Angélica madura: “Pero el sol sólo es el sol si brilla en ti”, como canta Joan Manuel. (Se escucha la melodía) Difícil es que te enteres de aquello que les sucede a los otros. La empatía queda en eso, en una palabra: empatía… “la lluvia es sólo lluvia si te moja al caer…”.

Fantasma: (Comprensivo) Me parece que eso te dolió mucho.

Angélica madura: Digamos que fue un amor que me estremeció hasta las lágrimas. Nunca había llorado tanto en mi vida.

En mi vida Fantasma: ¿Y terminó… cómo?

Angélica madura: (Ríe) Ah, de ese amor no te haré partícipe. Me pertenece solamente a mí.

Fantasma: ¿No estoy involucrado?

Angélica madura: Noooo…

Fantasma: (Con picardía) Yo era tu amor, no me lo podés negar…

Angélica madura: Cuando se firmó el Acta de Montevideo desapareciste al mismo tiempo que el cardenal Samoré. ¿Te acordás? Se terminó el temor a la guerra y se pudo comenzar a negociar… y se terminó nuestro amor.

Fantasma: ¡Cómo olvidarlo!

Angélica madura: ¡Cómo olvidarte!

Fantasma: Pero sabías que debía regresar a mi mujer y a mi vida.

Angélica madura: (Melancólica) Soñaba que me pidieras… (Pausa) …vivir contigo.

Fantasma: No, antes me hubiera pegado un tiro…

Angélica madura: (Acusa el golpe) ¡Qué amable! (Irónica) ¿Tanto así me amabas? (Ríe triste) En el fondo ningún hombre se ha jugado por mí.

Fantasma: Sabías que nunca ocuparías el lugar de mi esposa. Ella era la única que llevaría mi apellido. Te lo dije.

Reflector se apaga y enfoca a Angélica actual

Escena XI

 

Angélica actual: Ninguna mujer cree eso cuando un hombre se lo dice.

Fantasma: Por suerte luego te metiste en tus pinturas y dejaste de pensar en el amor, si así podemos llamarlo.

Angélica actual: ¿Y de qué otra forma se llama al amor?

Fantasma: Pero tu consagración fue en 1963, de ahí en más llovieron pedidos, viajes, dinero… todo lo que un artista puede desear o soñar.

Angélica actual: Sí. ¡Qué injusticia! Cuando yo triunfaba ese año, mi madre quedó postrada. Cuando me invitaron a exponer en Dallas sucedió la otra tragedia, la de noviembre, que empañó por completo mi triunfo.

Fantasma: Pero Yesterday (Se escucha la melodía), unos pocos años más tarde, alejó tus tristezas… o por lo menos las ubicó en otro lugar.

Angélica actual: (Pensativa) Creo que, pese a todo, no me puedo quejar. Viví mucho e hice lo que quise. ¡Y cuando llegó la etapa hippie! ¡El destape! (Feliz) ¡El vivir desde los 18 años! … Claro que muchos tomaron el libertinaje por libertad… y la cosa se fue de mambo.

Angélica joven: (Desde su lugar) Sí, nunca pensé vivir tantas cosas y tan profundamente.

Angélica actual: Vení a mi lado, estás en las sombras, no te veo.

Angélica madura: (Desde su lugar) Y yo nunca creí vivir cosas tan maravillosas, realizar tantos viajes, ser tan homenajeada.

Angélica actual: Vení vos también, no te quedes ahí oculta.

 

Reflector enfoca a las tres Angélicas

Escena XII

Fantasma: ¡Qué lindo es verlas juntas! ¡Como en un paneo de vida!

Angélica actual: ¡No puedo creer que no te animaras a irte a Europa con Carlos!

Angélica joven: ¡Vos porque no te acordás de aquellos tiempos! Había que tener mucho coraje para hacerlo.

Angélica actual: ¡Sí, pero la vida habría sido distinta!

Angélica joven: ¡No hubiera pintado! Tantas cosas no habría hecho.

Angélica madura: Estoy de acuerdo, pero la vida habría sido mucho más fácil. Un marido… hijos…

Angélica actual: ¡Qué decís! Nadie tiene la vida regalada. A todos nos toca nuestro tsunami, no conozco a nadie que le resulte fácil vivir.

Fantasma: A nadie, ni siquiera a mí, la vida me resultó un picnic.

Angélica madura: Pienso que una vida sin emociones, dolores y alegrías, es muuuy aburrida.

Angélica joven: ¡Y qué lo digas! Ojalá hubiera imaginado yo algo… aunque fuera poquito, de lo que me tocó vivir.

Angélica actual: Mirá, creo que hicimos lo que pudimos.

Fantasma: Fueron donde las llevó el viento. Su estrato social, su educación, su mente, todo eso las llevó a elegir, y los vientos que soplaron las llevaron de acá para allá.

Angélica madura: Mirá que lo hacés fácil. De ese modo no tenemos ni voz ni voto.

Angélica joven: (Fastidiada) ¿Cómo que no? Nadie decidió por mí.

Angélica actual: (Burlona) ¿Realmente creés eso?

Angélica joven: ¡Seguro!

Angélica madura: (Despectiva) Romántica niña.

Angélica actual: Demasiado joven para poder pensar con claridad.

Angélica joven: (Enojada) ¿Qué querés decir? ¿Que por ser joven soy idiota?

Angélica madura: No, pero te falta experiencia.

Angélica joven: (Burlona) ¿Y qué hiciste vos con tu experiencia?

Angélica madura: (Asertiva) Salí adelante.

Angélica joven: Já, ¿y las macanas que cometiste?

Angélica madura: Por lo menos no tiré mi hijo a los perros.

Angélica joven: ¿Cómo te atrevés? En tu época era diferente.

Angélica actual: Podrías haberte casado con Carlos y haberte ido.

Angélica joven: ¿Vos también insistís sobre el tema?

Angélica actual: Yo también ¡Caramba!

Angélica joven: Claro, hoy es muy fácil hablar, pero entonces…

Angélica madura: No tuviste agallas.

Angélica joven: (Despectiva) Vos sí, promiscua y falsa…

Angélica madura: (Enojada) ¿Cómo te atrevés? No me dejaste alternativa con tu accionar.

Angélica joven: (Muy fastidiada) Resulta que ahora la culpa de todo la tengo yo, cuando la que más disfrutó fuiste vos.

Angélica madura: ¿Yo? ¿Y las lágrimas que derramé a lo largo de mi vida?

Angélica actual: Vamos (Ríe), en eso tiene razón. La pasaste bien, claro que hubo lágrimas, pero… Si volviera a tener tu edad…

Angélica madura: Claro, como si transitar la vida hubiera sido fácil…

Fantasma: Bueno, chicas, la vida es así. Fue así y nada la puede cambiar. No se vive en borrador. Se vive en limpio, no podés volver atrás y corregir errores. Es así, así se hizo y así quedó hecho.

Angélica joven: (Lentamente) Tenés razón.

Angélica madura: Después de todo… no fue tan malo.

Angélica actual: ¡Qué va a ser malo! Fue genial. Con idas y vueltas.

Fantasma: Sí, y nadie puede cambiarlo, sólo que en este tranvía de la vida los boletos son tan sólo de ida. (Comienza a escucharse la melodía) Y luego la vida te trae de vuelta.

Angélica actual: ¡Ja! ¡Y te estrella!

Angélica joven: ¿Vos creés?

Angélica madura: No importa, esta es la única nave que conocemos y en ella estamos embarcadas hasta el final.

Fantasma: (Triste) Por lo menos ustedes están juntas, yo estoy solo.

Angélicas: No te quejes, que siempre formaste parte del conjunto. ¡Y si no: imagínate (se oye la melodía) un mundo mejor!

Angélica actual: Pero hay algo que no podemos olvidar, el cimiento sobre el que nos asentamos fue fundamental. Mi padre, nuestro padre, fue mi roca. Nada habría logrado sin él. Es de quien aprendí todo sobre lealtad, confianza, fuerza y coraje. Estaba ahí día y noche, sin importar qué sucediera. El que su prioridad fuera su familia fue su virtud más destacada. Creo que por eso no puede irme a Europa en mi juventud, ¿cómo estar separados más de dos semanas? Cuando él debía viajar durante un largo tiempo nos llevaba siempre. Su regalo favorito, ¿recuerdan? Era tenernos a su lado, a mamá y a mí… nosotras. Siempre decía: No sé dónde están mis premios, pero sé exactamente dónde está mi familia.

(Se acercan confortándose mutuamente)

Fantasma: (Se desprende del grupo) (Con sinceridad) ¡Brindemos por eso!

Angélicas: (Abrazándose, levantan sus copas y sonríen) ¡Brindemos por eso!

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